Todos hemos leído las noticias: han sido semanas vertiginosas en todo el mundo. Casi 60.000 millones de dólares en fondos de USAID han sido congelados, descongelados y ahora congelados nuevamente. Mientras tanto, la Corporación Financiera de Desarrollo de EE.UU. indica un cambio abrupto hacia la generación de retornos de inversión para los estadounidenses en lugar de servir a las economías emergentes y en desarrollo. Las elecciones en Alemania continúan la ola nacionalista. El Reino Unido anunció la reasignación de su presupuesto de ayuda al gasto en defensa. De manera similar, países como los Países Bajos están adoptando un enfoque de "Países Bajos primero" en sus prioridades de ayuda.

Estamos viviendo tiempos volátiles, incluso caóticos. Gran parte de la inversión de impacto depende de estos presupuestos de cooperación. Sin embargo, también operamos en un ecosistema que genera value for money en momentos de ajuste fiscal. Hoy escribo para capturar las últimas tendencias del mercado y establecer una estrategia para GSG Impact y nuestros socios.

Tendencias emergentes en la inversión de impacto

Más allá del nivel federal de EE.UU., hay avances positivos a nivel local. El mes pasado, 24 estados en EE.UU. reafirmaron su compromiso con el Acuerdo de París, tras la retirada federal, en una carta dirigida a la ONU. Están en camino de cumplir con la reducción del 26 % de los GEI para 2025. Estas acciones probablemente conducirán a más actividad a nivel de ciudades, donde los mercados de impacto doméstico en EE.UU. avanzan sin obstáculos. La vivienda asequible y la banca comunitaria representan historias de impacto que permanecen intactas pese a la polarización política.

En Asia, el impulso es fuerte. El mes pasado, asistí al lanzamiento del National Partner (capítulo doméstico) de GSG en China. El mercado asiático, y particularmente China, representa economías de alto crecimiento para la inversión de impacto tanto a nivel regional como global, con la capacidad y la escala para desarrollar vehículos innovadores y rentables. GIIN estima que el mercado asiático representa el 6 % del total de activos bajo gestión - y sigue en crecimiento.

El debate sobre la transparencia de impacto es intenso. GSG Impact instó recientemente a la Comisión Europea a mantener las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad, enfocándose en la doble materialidad e interoperabilidad. Aunque los críticos argumentan que esto podría afectar la competitividad empresarial, esto limita el rigor y la disciplina que la industria aún necesita, especialmente en los mercados emergentes. Necesitamos continuar avanzando en las normas globales de divulgación de información vinculada a la sostenibilidad y el impacto, con el apoyo de GSG Impact y sus National Partners.

El capital sigue fluyendo hacia la inversión de impacto. En Europa, los activos bajo gestión se duplicaron hasta alcanzar los 190.000 millones de dólares. A nivel mundial, esa cifra asciende a 1,6 billones de dólares. Y recordemos que este es dinero ya desembolsado que está generando impacto. Por ejemplo, una investigación del Financial Times señala 25.000 millones de dólares en capital enfocado en impacto a través de fondos como Rise, Rise Climate y Evercare Health, y otros 7.900 millones de dólares de Zurich, el gigante asegurador.

Los gestores de fondos en Europa y EE.UU. predicen que pueden seguir captando capital de impacto en sus próximas rondas de financiación. Este optimismo se ve reforzado por los fondos de impacto que han superado o cumplido con las expectativas de retorno.

A continuación dejo algunas reflexiones sobre el camino a seguir para GSG Impact y el ecosistema de impacto:

Primero, debemos mantener el rumbo. Cuando los presupuestos gubernamentales están ajustados, la política pública de impacto es una de las inversiones que más valor aporta por cada dólar. En GSG Impact, nuestros 42 Socios Nacionales implementan soluciones locales que crean infraestructura e incentivos para que fluya el capital. Por ejemplo, en Brasil, nuestro Socio Nacional influyó en el G20 y promovió mecanismos de financiamiento mixto o blended. En España y Turquía, se lanzaron fondos nacionales de impacto para apoyar a empresas locales.

Segundo, debemos incidir a través de ejemplos concretos. Pasado el caos, la industria de inversión de impacto debe emerger con más eficacia que antes. Sabemos qué funciona y qué no, pero aún podemos mejorar la forma en que ilustramos nuestro trabajo con ejemplos claros de políticas públicas - y otros.

Una estructura narrativa simple, basada en contexto, acciones y resultados, debería guiar todas nuestras comunicaciones. A menudo perdemos a nuestra audiencia con informes extensos, lenguaje teórico y jerga técnica. Nuestros públicos necesitan entender lo que nosotros ya sabemos: que las políticas y vehículos de impacto generan resultados tangibles.

Tercero, debemos responder con unidad. En una entrevista reciente, un abogado representante de contratistas del sistema de ayuda internacional mencionó un riesgo real de que la industria se fracture internamente. Ya han comenzado demandas entre contratistas de desarrollo, tanto a nivel nacional en EE.UU. como a nivel global. Este escenario de señalamientos internos podría derivar en una “carrera hacia el fondo”, poniendo en riesgo la sostenibilidad financiera (y emocional) de la comunidad del desarrollo.

De manera similar, debemos resistir la tentación de elegir entre una falsa dicotomía: retornos financieros a toda costa versus creación de valor ambiental y social. El historial de la inversión de impacto nos ha demostrado que no es un dilema de "lo uno o lo otro". Podemos lograr retornos económicos y de impacto sin sacrificar ninguno de los dos.

Como nos recuerda el proverbio africano: "Los palos en un manojo son irrompibles." Este sentimiento de unidad en torno a asociaciones es necesario tanto interna como externamente en GSG Impact.

Sigamos apoyándonos mutuamente para hacer el mejor trabajo posible en materia de políticas públicas y para involucrar plenamente a nuestros socios, aprovechando nuestro modelo único de red local para impulsar modelos e inversiones que realmente funcionen.

Y lo más importante: mantengámonos positivos.

Elizabeth Boggs Davidsen, CEO, GSG Impact